sábado, 4 de abril de 2020

La escuela en tiempos del COVID 19. El cambio de paradigma


Cuando se reanuden las clases, la escuela ya no será la misma. Muchos no se lo imaginan. La mayoría espera que terminada la contingencia las cosas vuelvan a la normalidad. No será así...

Esta pandemia llamada COVID 19, nos ha cambiado y nos cambiará la vida por completo, mientras no haya vacuna, y para que aparezca la cura tardará al menos muchos meses más.

Es muy improbable el regreso a las escuelas en mayo, si así lo fuera sería muy irresponsable, dependerá de muchos factores, entre ellos del comportamiento de la transmisión del virus. Mayo, junio y julio sería aún meses donde tendremos todavía una alta transmisión comunitaria. 

El regreso a la normalidad será gradual, por sectores. El propósito es no colapsar los servicios de salud; pero ese regreso implica que la población se siga contagiando, pero ahora de manera controlada, para de nuevo no colapsar los servicios de salud.

Mientras no haya una vacuna, la escuela será más o menos así: saldremos con temor a las calles llegaremos con más temor a las escuelas, en las aulas trabajaremos con los alumnos con temor, el mismo temor en el que hoy viven los doctores, enfermeros y trabajadores de la salud. Padres de familia, alumnos, docentes y trabajadores enfermarán todos los días, todos los meses, muchos quizá no regresen, otros sí, por lo menos así viviremos hasta fin de año. Al siguiente, en el 2021 tendremos que acostumbrarnos a vivir con oleadas sistemáticas o asistemáticas de epidemias del virus. Seguiremos enfermando, seguiremos muriendo...

¿En dónde quedará la máxima pregonada por la autoridad? "Salvaguardar la integridad física, psicológica y emocional de las niñas, los niños y los adolescentes". Todo un reto para el responsable de la educación en nuestro país.

Ante este panorama la pregunta obligada es: ¿Es necesario cambiar el paradigma de la escuela? ¿Cómo habrá que re-inventarla? ¿Cómo modificarla?
¿Vale la pena el costo de vidas por reabrir las escuelas?

Éstas y muchas otras más interrogantes seguramente están en nuestros imaginarios como padres de familia, docentes, trabajadores y en los de nuestros alumnos.

Mientras tanto, haber realizado una junta de Consejo Técnico de Zona Escolar Extraordinaria de manera virtual, en sí, muestra el inicio de un cambio en el paradigma.

Lo que indica que es posible ir cambiando el paradigma de la educación conforme las condiciones que se vayan presentando. Por lo que la principal fortaleza de las escuelas recae en los supervisores, directivos y docentes -más en éstos últimos- para que sumando ideas, entre todos, vayan dando cauce a esos cambios y así ir construyendo un nuevo paradigma, un paradigma en tiempos del COVID 19. 

Ahora tendrá que ser no un paradigma único sino una diversidad de ellos, para llegar a paradigmas por escuelas y hasta quizá por docentes. Es probable sea la gesta de una revolución educativa, no como las que conocemos, sino ahora con  nuevas formas de revolucionar la educación. En esta coyuntura veremos de qué talante estamos hechos lo maestros.

La respuesta la tendremos, sin lugar a dudas, en los próximos meses.




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